sábado, 16 de abril de 2016

UN BOSQUE EN LA SAGRADA FAMILIA



Aunque nada tiene de novedad después de estos años desde su consagración, la Sagrada Familia es uno de los templos que más nos ha impresionado en los últimos tiempos. Por sus dimensiones, por su estilo, pero sobre todo por la sensación que ofrece su interior de encontrarse en un bosque de palmeras.


Este simbolismo natural, tan típico del modernismo, y tan personal  que trataba de dar Gaudí a su obra final es un ejemplo imponente de arquitectura novedosa. Cuando visitamos la primera vez la Sagrada Familia fue en una excursión escolar. En aquel momento no se podía visitar aún la nave principal, pero fue impresionante la sensación que ofrece la fachada de la Natividad de haber sido realizada con barro, al igual que los niños hacen castillos de arena en la playa. ¡Esa imagen nos dejó impactados! De otro estilo  completamente distinto podemos apreciar la facha de la Pasión, obra de Subirachs, infinitamente más dura, austera, geométrica y con aristas.


Sospredente es el gran número de detalles orgánicos que aparece en el diseño: tortugas, patos, gansos, palomas, todo tipo de vegetación.


Cada torre, que existe y que se construya en el futuro representa a un personaje de la vida de Cristo, como así se identifica en cada una de ellas. No obstante, aún queda la más importante. Pendiente está, entre otras, la torre principal, dedicada a Jesús, medirá 170 metros de altura si se cumplen los diseños originales de Gaudí.


Aunque la edificación es impresionante en sí, aun estando inacabada, es muy curioso e interesante el museo que sobre la construcción existe, en el que se muestran maquetas, diseños y el proceso de cómo se llega a interpretar y diseñar una edificación tan singular.


Las dimensiones, el diseño, la entrada de luz y las vidrieras crean un entorno único que hacen apreciar el magnífico ejemplo de la vitalidad de una arquitectura que evolucionó en el tiempo. Desde su estilo neogótico, estricto en el ábside (recuerda mucho a los pilares del ábside de Santa María del Mar) y que Gaudí los llevó a su máxima espontaneidad, improvisando parte de la estructura según se avanzaba la obra. Se reorientaron los diseños llevando los planteamientos iniciales al estilo naturalista y orgánico a semejanza de la naturaleza de Gaudí, prescindiendo de contrafuertes gracias al diseño de las columnas.


Aquí os dejamos un link de la Sagrada Familia para que comprobéis horarios y días disponibles, así como el precio de la entrada.


Nada como aprovechar este verano para visitar Barcelona, comer en uno de los restaurantes cercanos a la Sagrada Familia  y disfrutar de alguna terraza de la ciudad tras haber caído el sol y haber visitado la casa Batlló.

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