En esta semana nos han encargado asesoramiento para un viaje
a través de la República Checa.
Casi podemos decir que este fue uno nuestros viajes mas emocionantes
hace años, cuando la familia no llevaba muy bien esto de los viajes
independientes por países que parece estaban apestados por el comunismo a pesar
de que la revolución de terciopelo había ocurrido hace una década. ¡Qué malo es
el desconocimiento! El caso es que esos quince días que pasamos en la República
Checa fueron maravillosos.
La experiencia fue inmejorable, desde el viaje con Czech Airlines,
pasando por la hermosa e intrigante Praga y terminando por ciudades y pueblos
que nos transportan a otros momentos de la historia. Aunque nuestros clientes
no nos lo pidieron, les hemos ofrecido la posibilidad de hacer una escapada a Český
Krumlov. Una pequeña ciudad de Bohemia situada al sur del país y limítrofe con
Austria. Su población no supera los 10.000 habitantes, pero el encanto de sus
edificaciones y urbanismo lo hacen merecida de haber sido la capital de la rosa
de cinco pétalos de Rosenberg… pero bueno, eso es otra historia.
La cuestión es que la mezcla de arquitectura gótica,
renacentista y barroca y que la propia ciudad y castillo comenzaron a
edificarse en el siglo XIII le hacen a esta magnífica ciudad una gran
merecedora de pertenecer a la lista de la UNESCO de ciudades Patrimonio de la
Humanidad desde 1992.
Especial interés tiene el castillo y su teatro barroco y un paseo
relajante a las orillas del río Moldava.
Ante una ciudad así, sobran las palabras, por lo que vamos a
ilustrarlo con imágenes y con un sonido muy especial: El Moldava de Smetana.
Como anécdota, parte de la película El Ilusionista de Neil Burger y protagonizada por Edward Norton y
Jessica Biel, está rodado en este pequeño y precioso pueblo y el castillo donde
aparece muerto el heredero de la corana, es el relativo vecino castillo de
Konopiste una joya del gótico.
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