DECÁLOGO DE COMIDAS Y BEBIDAS PARA EL VIAJE

Desde Esfera Viajera, en este periodo estival, se quiere recordar unas buenas costumbres y hábitos para prevenir ciertos riesgos alimentarios en los viajes a ciertos lugares del mundo. Por eso os recordamos este decálogo de recomendaciones:

1.       Lavarse las manos con frecuencia, sobre todo antes y después de comer, manipular alimentos ir al baño, etc…

2.       Beber agua embotellada o debidamente tratada. Las bebidas calientes y refrescos embotellados son más seguros.

3.       No tomar hielos que no hayan sido preparados con agua segura.

4.       Consumir solo leche envasada y derivados lácteos debidamente higienizados.

5.       Prestar atención a la repostería y a los helados, ya que pueden ser origen de enfermedades.

6.       Evitar consumir pescado y marisco crudo.

7.       Las comidas deben estar suficientemente cocinadas y servirse calientes.

8.       Debe tenerse cuidado con las salsa y preparados que contengan huevos crudos.

9.       La fruta debe ser pelada personalmente y las verduras no deben comerse crudas. Las ensaladas pueden ser peligrosas.

10.   Debe evitarse la comida de los vendedores callejeros.

UNA PROPUESTA PARA EL VERANO. Capitales Bálticas.

Estas semanas, desde Esfera Viajera,  hemos podido preparar un encargo para visitar las capitales bálticas. Hemos mirado la posibilidad de visitarlas en el verano y nos ha sorprendido la oferta de precio con viaje multidestino. Los vuelos Madrid-Tallín, Vilnius-Madrid se pueden conseguir hasta por 150,00 euros por persona. Un buen precio, desde luego, eso sí haciendo escala en una capital europea. Teniendo en cuenta que el precio de la vida en las tres repúblicas es bastante asequible y que la mejor manera de pasar largas noches llenas de luz es ir a estas latitudes nortes en verano nos parece una excelente opción.

Proponemos dedicar dos-tres noches en cada una de las capitales y una o dos escapadas rurales.

Para los más afortunados en días y recursos, sería fantástico visitar San Petersburgo, la antigua Leningrado. Se complica el visado y se encare el precio, pero cinco o seis días en esta ciudad imperial revolucionaria son inolvidables.